I. Que la Biblia es la Palabra de Dios, inspirada divinamente, y que es la única regla de fe y práctica; por ella los hombres serán juzgados. (2 Tim.3:16)
II. Que hay un solo Dios, creador y árbitro del universo, y que existe en la unidad de tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; iguales estos en toda perfección, pero desempeñando diferentes funciones. (Gn.1:1,26; 1 Cor.12:3-6)
III. Que Cristo es el único salvador, quien sufrió en una cruz la terrible condena del pecado de la humanidad, y quien resucitando al tercer día ascendió a la diestra del padre para interceder por todos los hombres. (Fil.2:6-8; 1 Tim.2:5)
IV. Que la salvación es gratuita para todos, a través solamente de la fe en Jesucristo, y no por obras. Una vez salvado, también el hombre es justificado (declarado inocente) delante de Dios Padre; sus pecados pasados, presentes y futuros han sido perdonados y borrados para siempre. (Ef.2:8; Rom.3:24-26).
V. Que el arrepentimiento y la fe son requisitos indispensables para la regeneración (nuevo nacimiento) obrada por el Espíritu Santo en el corazón del ser humano. El arrepentimiento es hacia Dios Padre y la fe hacia Cristo Jesús. (Lc.13:3; Jn.3:18)
VI. Que la santificación es aquel proceso a través del cual se nos hace partícipes de la santidad de Dios a medida que crecemos en nuestra relación con El. Que es una separación para un servicio especial a Dios. (Jn.17:17-19).
VII. Que los que son regenerados, es decir, los salvos no apostatarán irremediablemente, sino que perseverarán hasta el fin, pues fueron sellados por el Espíritu Santo hasta el fin. (1Jn.2:19; Jn.10:27-30).
VIII. Que una iglesia verdadera de Cristo es una congregación de creyentes en Cristo, bautizados después de una profesión de fe, unidos en las doctrinas del evangelio, comprometidos en obedecer las ordenanzas conforme a las Escrituras, reconociendo a Cristo como la cabeza, y tomando la Biblia como la única regla de fe y práctica. (Hech.2:41-42).
IX. Que el bautismo es la inmersión en agua del creyente en Cristo, hecho en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y que este acto es símbolo de la sepultura y resurrección de Cristo y del creyente. (Mt.28:19; Rom.6:2-5)
X. Que la Cena del Señor consiste en dos elementos: pan sin levadura y vino (fruto de la vid) los cuales representan el cuerpo y la sangre de Cristo respectivamente. Que los participantes son creyentes bautizados que tienen la misma doctrina, se celebra en la reunión de la iglesia, y conmemora el sufrimiento y la muerte de Cristo hasta que el vuelva. (Mt.26:26-30; 1Cor.11:17-26)
XI. Que el primer día de la semana es el día de reposo de la cristiandad, y que este día debe ser consagrado a la adoración y descanso del trabajo. (Hech.20:7)
XII. Que Cristo vendrá otra vez en el día y la hora que nadie sabe, y vendrá como Juez porque el día de la salvación habrá pasado. (Hech.1:11; Mt.24:36).
XIII. Que cuando Cristo vuelva efectuará el juicio final, el cual tendrá como propósitos: premiar al hombre según sus obras, hacer manifiesto su carácter verdadero, y hacer separación entre los perdidos y los redimidos. Que todo el mundo estará presente en el juicio y de allí cada uno irá a su respectivo lugar, de acuerdo con la sentencia final del Dios justo. (Mt.25:31-34)
XIV. Que hay dos lugares en los que los hombres habrán de morar después de esta vida: los redimidos irán al cielo y los perdidos al infierno con satanás y sus ángeles. Y tal existencia, sea en el cielo o en el infierno, será eterna. (Jn.14:1-4; Mt.25:41,46